sábado, 2 de marzo de 2013

PSC. Síndrome de Estocolmo

Cuando en 2003 el socialismo llegó al Gobierno de la Generalitat, muchos pensaron que con ello se comenzaba a desactivar la amenaza nacionalista. Todo lo contrario. Fué el punto de partida para que el llamado "catalanismo" circulara por la vía del "soberanismo" hasta mostrar definitivamente su "independentismo". Es en noviembre de 2003 cuando el candidato socialista al gobierno central, José Luis Rodriguez Zapatero, comete el primero, y seguramente más significativo, de sus grandes errores. En un mitin en el Palau de Sant Jordi se compromete a apoyar "la reforma del Estatuto de Cataluña que apruebe el Parlament". Así. Sin más. Seguramente no pensaba que el 14 de marzo del año siguiente, en tristes circunstancias, ganaría las elecciones.

Con la redacción y defensa del nuevo estatuto, por fín las élites nacionalistas del socialismo catalán se vieron acogidas con alegría por el mundo nacionalista real del principado.  Ya estaban todos juntos. Unidos de la mano, se redactó el nuevo estatuto que fue definitivamente bendecido por dos personajes que sin duda pasarán a la parte triste de la Historia de este país: Zapatero y Más.
Ese mismo año el estatuto fue ratificado tan solo por el 36% del censo, tras una votación en la que participó menos de la mitad de los ciudadanos con derecho a voto. Y es también en el 2006 cuando aparece el personaje más curioso de esta historia, el señor José Montilla (algunos lo llamaban Josep). Todo hacia prever que la excelente mezcla de su origen cordobés con el seny catalán llevarían a una política de unión y respeto para todos los ciudadanos de Cataluña. Pero no. Todo lo contrario. Además de los grandes desastres económicos del infortunado periodo de su mandato, el nacionalismo levantó el vuelo cogiendo impulso para llegar a la insólita situación actual.

Analizando el comportamiento del honorable señor de Iznájar y  algunas actuaciones  del Sr. Pere Navarro en las Cortes, dirigiendo  al PSC a votar por "el derecho a decidir", aún a costa de romper la unidad socialista, uno llega a pensar que el socialismo en Cataluña vive un cierto Síndrome de Estocolmo. Los socialistas constitucionalistas del PSC tienen a su alrededor a un nacionalismo que ocupa muchos de los centros de poder de la sociedad catalana, incluyendo el apoyo de los medios de comunicación, e incluso tienen a su alrededor a socialistas claramente nacionalistas de indudable poder social y mediático: los Obiols, Ros, Geli, Elena, Martínez-Sampere, Ventura..., todas ellas personas respetables, pero que anteponen el nacionalismo al socialismo

El Síndrome de Estocolmo del socialismo catalán se manifiesta en que tratan de cumplir los deseos de sus secuestradores ideológicos, a los que intentan imitar,  y muestran sentimientos positivos hacia los mismos. Esto explica, por ejemplo,  que cuando cinco diputados catalanes rompen la disciplina de voto en el Parlament y se abstienen en la resolución soberanista de Junqueras y Más, prácticamente no pasa nada. Aunque se rebelen contra la dirección, se les disculpa públicamente ya que  conviene quedar bien con el nacionalismo (los de su partido y los otros). Sin embargo cuando en el Parlamento español  una diputada, Carmen Chacón, rompe la disciplina de voto por el "derecho a decidir", se pone el grito en el cielo. Se la descalifica y se exige que pierda todos los derechos como futura candidata ó incluso que deje su acta de diputado. Hay que dar muestras a los secuestradores ideológicos de que somos del grupo. De que estamos con ellos.


Este secuestro ideológico hace que se deje de lado la auténtica realidad. La mayor parte de ciudadanos  que votan al PSC -PSOE lo hacen porque es un partido socialista (ó debería serlo). El estudio sociológico de sus votos demuestra su fortaleza en las regiones periféricas de Barcelona, donde el nacionalismo está menos arraigado.  Hospitalet, Badalona, Santa Coloma de Gramanet, Cornellá , El Prat, Rubí...  votan al PSC (incluso en su desgraciada experiencia electoral de 2012) para que les arregle sus problemas sociales..., y el socialismo responde apoyando al nacionalismo en contra de los derechos de muchos de esos ciudadanos que lo han votado.
Seguramente el extraño comportamiento del PSC tiene causas multifactoriales, pero sus contínuas ganas de agradar y su servilismo con el nacionalismo hace pensar que su forma de actuar es compatible con un cierto Síndrome de Estocolmo. 

11 comentarios:

  1. Difícil de entender y difícil de creer. Pobres votantes engañados por los socialistas vendidos al mejor postor.

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    1. El socialismo no encuentra su lugar en pleno siglo XXI. Tratan de reinventarse y , en Cataluña, se intentan acercar al nacionalismo. Lo que opinan sus electores les importa poco. Así les va.

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  2. Buenas..Pues para mí qué siempre han sido nacionalistas. El PSC ha utilizado al PSOE mientras se iban posicionando y ahora, con la debacle de los socialistas "españoles", ya no necesitan disimular y ya está..No sé porqué se le da tantas vueltas a lo obvio.
    UN saludín y gracias

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    1. Nolo veo tan claro como tú. Creo que en Cataluña coexisten las dos ramas del socialismo, la que se siente española y la nacionalista catalana. La fuerza de la segunda y la presión del entorno hacen que predomine la deriva nacionalista.
      Saludos

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  3. Yo es que creo(visto desde fuera)que el PSC está en una posición de fuerza sobre el PSOE y lo sabe. Se aprecia la idea de que el PSOE sin el PSC en Cataluña sería un partido residual, mientras que el PSC solo perdería un poco de fuerza que compensaría con otros votos nacionalistas. Esta opción de la compensación de votos, al PSOE no le vale, sin Cataluña no hay posible Gobierno de España. Están perdidísimos que su "federalismo asimétrico".
    A nivel de comentario, la abstencuón de Chacón en el el Congreso me pareció de una cobardía tremenda queriendo jugar a dos bandas. Un político(y más con las tremendas ambiciones de esta Sra.) que quiera ganarse el respeto del votante debe decidir en ese tipo de cuestiones.
    @JASANCHEZT

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  4. Gracias por tu comentario.
    Desde mi punto de vista tienes una parte de razón, pero no toda. Es cierto que el PSOE necesita al PSC, pero creo que el PSC necesita más al PSOE. En Cataluña para votar a un partido nacionalista de izquierdas se vota a ERC. Ha quedado claro en las últimas elecciones autonómicas con la gran debacle del PSC.
    Yo tengo la impresión de que un partido socialista sin tintes nacionalistas tendría éxito en Cataluña. Esos votantes ahora no saben a quién votar, o lo hacen al PSC por aquello de la "S".
    Estoy totalmene de acuerdo con tu comentario sobre la actitud de Carmen Chacón.
    Saludos

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  5. Desde luego los votantes del PSC del extrarradio barcelones, creo yo no se siente representada ahora, porque esta gente es tradicionalmente de izquierdas y se siente española, y muchos son gente que viene de fuera de Cataluña, sobre todo de Andalucia, pero bueno hay una alternativa que es Ciudadans que puede canalizar ese voto traicionado, ya en el Parlament Ciudadans tiene un representación importante.

    Los otros votantes del PSC voto burgués progre, esos están mucho mas dispuestos a este "Sindrome de Estocolmo" con el nacionalismo catalán.

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    1. Gracias por el comentario.
      El problema es que cuando llegan elecciones el PSC se envuelve en la bandera del socialismo. Muchos votantes lo hacen por ser, teóricamente, socialistas. En la práctica luego utilizan el voto para sacar adelante propuestas nacionalistas.

      Aunque no sean nacionalistas convencidos sus ganas de contentar a las "clases altas " socialistas los lleva a actuar como tales. Es lo que yo llamo "Síndrome de Estocolmo".

      Saludos

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  6. En Cataluña y en el resto de España, a base de apretarse el cinturón el pueblo esta dejando de mirarse al ombligo.
    La realidad es que la lucha de clases nunca se supero, y hoy día es la clase política, valla ironía, la que defiende sus privilegios y esconde sus podridas raíces.
    ¿Y os extrañáis que el pueblo catalán busque una salida?, cortar con el control de España como el que corta un brazo gangrenado con la esperanza de que la ponzoña pueda detenerse.
    PP-PSOE, PPC-PSC, llegados al poder todos se comportan de igual forma. No hay distinción ni valor ni esperanza en los partidos tradicionales. España y Cataluña están destinadas al radicalismo, solo queda la esperanza de que de la crisis surja la oportunidad del cambio.

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  7. Cuando hablas de PSC, me vienen a la memoria en primer lugar los nombres de Cirici Pellicer, MªAurelia Capmany, Andreu i Abellò, después Raventós, Verde Aldea, Pallach, Obiols, Armet, Maragall, Serra, y al final de todo, muy al final, Montilla, Chacón, Zaragoza, Iceta, Bustos, Corbacho.

    Con eso quiero decir que el carácter nacionalista forma parte del propio partido desde el nacimiento de la formación de forma muy arraigada, pues contaba con gente que tuvo cierto protagonismo en la etapa anterior a la guerra civil de la Generalitat de Catalunya, como es el caso de Josep Andreu i Abelló. Otra cosa es que en función de la corriente dominante ese carácter se haya visto diluido en cierto modo.

    Yo no llamaría volver a las raíces síndrome de Estocolmo.

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  8. Gracias por tu comentario.
    Tienes gran parte de razón. Tras la dictadura el nacionalismo estuvo en los puestos dirigentes tanto de la izquierda (PSC) como de la derecha (CiU). La diferencia es que CIU mostró su nacionalismo públicamente, mientras que el PSC para conseguir el voto de la emigración mantuvo su nacionalismo a bajo nivel proclamando su carácter socialista. Ellos fueron y son nacionalistas-socialistas.

    Sin embargo el segundo grupo que tú mismo citas son socialistas que se ven arrastrados al nacionalismo para poder codearse con las clase alta del partido. Grupo importante que ha tenido un presidente de la Generalitat y posiblemente una candidata a la presidencia de España.
    Es en este grupo donde se hace patente el Síndrome de Estocolmo.

    Un cordial saludo

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