sábado, 13 de julio de 2013

Ciudadanos con pasaporte "gris". Discriminación nacionalista.

La "Asamblea Nacional de Cataluña", agrupación que tiene como objetivo la secesión de Cataluña del resto de España, ha sido desde hace años la responsable de organizar los eventos ludico-independentistas de los 11 de septiembre. También, lógicamente, lo fue de la llamada "Vía Catalana" 
El objetivo fue hacer una cadena humana desde la frontera con Francia hasta la "frontera" con Castellón imitando el llamado "Camino Báltico". He reflexionado ya ampliamente sobre el tema en entradas anteriores: "Cataluña no es Letonia ni es Estonia" y "Ciudadanos no ciudadanos", pero a la vista del amor del neonacionalismo catalán por estas repúblicas  bálticas y su forma de actuar, quisiera reflexionar hoy sobre el desprecio a ocurrido en Estonia.

Sabido es que en el periodo de dominio ruso, la población de este origen se incrementó en Estonia alcanzando casi el medio millón de personas, para una población total de poco más de millón y medio. Cuando se declaró la independencia en agosto de 1991 solo algo más del 60% era de origen estonio.
 En una decisión muy propia del nacionalismo, cuando llega al poder, decide que solo los ciudadanos con pureza de sangre demostrada merecen la nacionalidad.
Los nacidos en Estonia antes de 1940 obtienen automáticamente la nacionalidad estonia, mientras que los nacidos a partir de 1940 deben  demostrar que sus ascendientes son estonios. Si no lo demuestran o su origen es foráneo simplemente no se les da la nacionalidad estonia.
 A partir de ahí la imaginación nacionalista se desata y los derechos humanos pasan a segundo plano.

Se crea el concepto de ciudadanía indeterminada o de pasaporte gris. Se trata de ciudadanos de segunda  y es el mismo gobierno estonio el que  favorece la discriminación positiva,  pro-estonia (¡Cuantos abusos se han hecho en nombre de la discriminación positiva¡).
Deciden que una parte de la población sea apátrida en su propio país. Les asignan grandes dificultades para entrar en la Universidad y ejercer las llamadas profesiones de cuello blanco (liberales, directivos, abogados...), así como la imposibilidad de ser funcionarios. Una forma efectiva para reconocer a los apátridas es que al Documento Nacional de Identidad de estos ciudadanos se le asigna una letra diferente al de los estonios de primera clase. No es una estrella.
 Evidentemente los ciudadanos indeterminados no pueden votar en las elecciones generales , por lo que tampoco pueden aspirar a tener cargos públicos . Pueden viajar por los otros países de la UE con  un máximo de 90 días, pero no pueden quedarse a trabajar. Los estonios de primera clase sí pueden hacerlo.

Como se debe ofrecer una cierta imagen democrática, de cara al exterior, se dictan las obligaciones para obtener la plena ciudadanía estonia, incluyendo, entre otras,  superar exámenes de conocimiento de la lengua llamada propia, así como el conocimiento de la Constitución. Lo cierto es que pasados más de 20 años desde la independencia casi 100.000 estonios seguían teniendo pasaporte gris.
El ministro del interior Ken_Marti Vaher confesó que uno de los factores principales de disminución del volumen total de este grupo en el país,  es la muerte de las personas de avanzada edad no naturalizadas. Se ha dicho que en Estonia es más probable morir de viejo que obtener la nacionalidad estonia.

Esta situación de discriminación ha sido repetidamente denunciada por el Consejo de Europa, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa y varias ONG.
 El informe de 2013  de Amnistía Internacional  (22 años despues de la independencia) dice sobre Estonia : "Unas 100.000 personas –aproximadamente el 7 por ciento de la población– continuaban siendo apátridas. En su gran mayoría eran de habla rusa. Se siguió negando la nacionalidad automática a sus hijos, aunque tenían a su disposición un procedimiento de naturalización simplificado. Continuaron privadas de derechos políticos. Según informes, la pobreza y el desempleo les afectaban de manera desproporcionada. Uno de los principales obstáculos que encontraban las personas de habla rusa para obtener la nacionalidad y poder ejercer otros derechos era, al parecer, el requisito del idioma."

Siglo XXI. Decenas de miles de personas con derechos recortados por el monstruo nacionalista. Evidentemente no es comparable la llegada de cientos de miles de rusos a  Estonia con los grandes movimientos de población que llevaron a que cientos de miles de andaluces, extremeños, aragoneses... se instalaran en Cataluña para orientar su vida en una de las regiones de su país, convirtiéndola en el motor industrial del mismo, pero da miedo pensar en lo que los nacionalistas y sus purezas de sangre pueden elucubrar. Por lo pronto  todos hemos oído hablar de listas de adhesiones a los planteamientos del Govern. Las listas siempre sirven para algo. Tiempo al tiempo.
Lucharemos con todas nuestras fuerzas para no vivir en nuestro país la experiencia de Ciudadanos con pasaporte gris.

Bibliografía.

1.- Quatre Vies per a la Independencia. Marti Anglada. Raval Edicions.
2.- www.amnesty.org/es/region/estonia/report-2013
3.- www.estonia.eu/about-estonia/country/population-by-nationality.html.
4.- www.actualidad.rt.com/sociedad/view