miércoles, 11 de octubre de 2017

Octubre 2017 en Cataluña

El día 10 de octubre de 2017 pasará a la Historia de Cataluña como el triste día en que su Presidente hizo el ridículo proclamando la Independencia y anunciando inmediatamente que quedaba suspendida temporalmente.

El anuncio de la Independencia se hacía teóricamente como consecuencia del "referéndum de autodeterminación" celebrado el 1 de octubre. Lo cierto es que tal referéndum no existió, ya que había sido declarado ilegal, y lo que se llevó a cabo fue una puesta en escena teatral de una supuesta consulta a la ciudadanía.
Muchas personas votaron, pero sin las mínimas garantías: mesas electorales constituidas a libre albedrío de los organizadores, censo de origen desconocido y que se cambió una hora antes del inicio de las votaciones, libertad de voto en cuantos centros se quisiera, ausencia de junta electoral, recuento de votos en la intimidad y proclamación de resultados por parte interesada.
Con ese "referéndum" se pretende proclamar la Independencia de Cataluña.

 El hecho de que se proclamara y al mismo tiempo se suspendiera, se debió al pánico que sufrió el independentismo por los hechos ocurridos en los días posteriores a la "consulta":
1.- El contundente mensaje del Rey Felipe VI  el día 3 de octubre dejando claro que el Presidente y su Gobierno estaban actuando fuera de la ley. Y que la ley debía de actuar.
2.-La huída masiva de empresas radicadas en Cataluña cambiando su sede social y fiscal fuera de esta comunidad, así como la peregrinación de muchos catalanes a abrir cuentas bancarias fuera de Cataluña por la desconfianza en la Generalitat.
3.- La masiva y pacífica manifestación del 8 de octubre donde más de un millón de personas recorrieron las calles de Barcelona exigiendo el mantenimiento de la Unión con España.
4.- La unanimidad internacional sobre la ilegalidad de la declaración de independencia unilateral.
A la vista de todo ello se tuvo la "brillante" ocurrencia de hacer una independencia  con suspensión (con suspense).
El nacionalismo sobre todo cuando es supremacista (la mayoría de las veces) siempre se cree superior a los demás por lo que pensaron en hacer una "independencia a la eslovena" que dejaría a todo el mundo perplejo.
Veamos que es una "independencia a la eslovena" y la similitud que puede haber con Cataluña

Eslovenia es una pequeña República de algo más de dos millones de habitantes que limita con en el Nordeste de Italia.
Durante la mayor parte de la Edad Moderna y todo el siglo XIX Eslovenia formó parte del Imperio Austro-Húngaro y se mantuvo en él hasta 1918. Con la caída definitiva del Imperio se unió al recién creado Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos que cambió su nombre en 1929 por el de reino de Yugoslavia.
Tras el restablecimiento de Yugoslavia, una vez acabada la II Guerra Mundial,  Eslovenia entró a formar parte de la República Federal Socialista de Yugoslavia y se independizó en 1991 en el inicio de las guerras de secesión de Yugoslavia.

Como podemos ver el parecido con Cataluña es inexistente. Mientras Cataluña forma parte de la Monarquía Hispánica al menos desde el siglo XV, Eslovenia estuvo unida a Yugoslavia menos de un siglo.
Veamos como consiguió la independencia.

En la segunda mitad de la década de los 80 del siglo pasado Eslovenia entró en el proceso de la perestroika, impulsado por Mihail Gorbachov, formándose la llamada primavera eslovena en la que prácticamente todos los partidos se unieron por la independencia de la caduca Yugoslavia. Hay que recordar que el líder en Belgrado era Slobodan Milosevic. 
El 23 de diciembre de 1990 se celebró un referéndum por la independencia en el que el 88% de la población votó por la autodeterminación. Seis meses, después el 25 de junio de 1991 el parlamento Esloveno declaró la independencia de Yugoslavia y se procedió a ocupar fronteras y aeropuerto.
En aquella época Yugoslavia no constituía ya una entidad real y cada República tiraba por su lado. El Poder Federal reaccionó débilmente ya que su principal problema era Croacia y el resto de Repúblicas y no llegó a enviar un ejército desde Belgrado.
Los choques entre las fuerzas eslovena (26.000 hombres) con la ayuda de la población civil frente a las serbias (35.000) acabaron decantándose para el lado esloveno en lo que se llamó la guerra de los diez días. En total hubieron 44 muertos y 146 heridos del lado federal y 18 muertos y 182 heridos del lado esloveno además de algunas víctimas civiles.
El 4 de julio de 1991 hubo una mediación europea por parte de Países Bajos, Luxemburgo y Portugal fijando una moratoria de 3 meses para la independencia.
Como Serbia estaba ya empeñada en los distintos conflictos balcánicos,  la moratoria venció el plazo sin que el Poder Federal hiciera nada  y en el plazo de un año la independencia de Eslovenia fue reconocida por la mayoría de las naciones.

En definitiva Eslovenia llegó a la independencia tras una guerra y, sobre todo, porque Yugoslavia estaba en plena descomposición y embarcada en conflictos bélicos entre las distintas Repúblicas por lo que dejó vencer la moratoria dada a Eslovenia.

Como se puede ver no existe absolutamente ninguna correlación entre la situación de Eslovenia y la de Cataluña, a pesar de que el independentismo catalán pretenda comparar los procesos:

Yugoslavia era, en esa época, un Estado ya en descomposición. España es una fuerte democracia.
En Eslovenia más del 88% de la población votó por la independencia. En Cataluña el independentismo está por debajo del 50%.
Se produjo una guerra y muertos. Estamos convencidos que aquí no ocurrirá.
La Comunidad internacional veía con simpatía a Eslovenia frente a la dictadura de Milosevic. En nuestro caso la Comunidad Internacional está con la legalidad española o sea contra la secesión.

La unica similitud existente entre ambos procesos es la creada por la ocurrencia del independentismo catalán,  dando una moratoria en el tiempo a la independencia para que alguien pique el anzuelo. Lo dicho, el supremacismo siempre considera que los demás son menos inteligentes.

Comparar a Eslovenia con Cataluña solo puede hacerse desde una visión fanática y oportunista y apartada de la realidad.

Bibliografía

1.- La fábrica de las fronteras. Guerras de Secesión Yugoslavas 1991-2001. Francisco Veiga. Alianza Editorial.
2.- Quatre Vies per a la independència. Martí Anglada Portic Visions.


lunes, 28 de agosto de 2017

Odio en la manifestación antiterrorista de Barcelona

Lo normal en una manifestación multitudinaria realizada en protesta tras un ataque terrorista es que se exprese la solidaridad con las víctimas y sus familiares y la condena contra los autores del ataque.

No fue esto lo que ocurrió en la manifestación del sábado 26 de agosto convocada como repulsa al salvaje atentado de Las Ramblas de Barcelona del 17 de agosto.
Veamos mi experiencia:

Partimos de Plaza de Cataluña a las 17h, para subir por Paseo de Gracia y poder comenzar la marcha sobre las 18h desde su inicio, tal como estaba convocada.
En el camino de subida por un Paseo de Gracia relativamente lleno, predominaban ampliamente las  personas sin banderas y sin signos externos, habían bastantes personas con banderas independentistas y algunas con banderas españolas (prácticamente ninguna bandera catalana estatuaria). Nos llamó la atención un núcleo importante  con gran concentración de "esteladas" en torno a la Gran Vía.
Habían diversas pancartas aunque muchas todavía sin desplegar. Sí llamaba la atención la profusión de carteles azules, perfectamente construidos en serie, con mensajes que se separaban totalmente de la (teórica) finalidad de la manifestación.

Después de unos cuantos achuchones en la antigua Plaza del Rey Juan Carlos I,  comenzamos la manifestación a las 18h bajando hacia Plaza de Cataluña.
Lo que veíamos y sentíamos en aquel momento fue una parte de la manifestación que ha quedado oculta por los hechos posteriores y por lo que ya estaba ocurriendo paralelamente en la zona de Gran Vía,  con Mariano Rajoy y el Rey Felipe VI.

La primera parte del recorrido (desde el cruce con la Diagonal) parecía una manifestación de verdad, de repulsa al terrorismo. Juntos fuimos avanzando y lo único que se oía eran los aplausos rítmicos que sonaban estruendosos. Aplaudían los que no llevaban bandera (la gran mayoría), los que llevaban la independentista y los que lucían la constitucional. Aplaudía todo el mundo.  Durante unos 400 metros  de recorrido pensamos que estaba triunfando la unidad frente al cruel atentado.
Andábamos y aplaudíamos a la vez, con una clara sensación de complicidad. Distintos símbolos, mismos sentimientos frente al terrorismo ( o al menos eso parecía). Los aplausos seguían siendo rítmicos y atronadores.

A la altura de la Calle Mallorca oímos muchos silbidos y algarabía lo que hizo que nos adelantaramos para ver que pasaba. Por los laterales de Paseo de Gracia se podía bajar con celeridad ya que habían muchos huecos.
A la vez que nos llegaban de lejos las notas del "cant dels ocells" (señal que la manifestación estaba acabando en Plaza de Cataluña), nos acercamos al origen de los pitidos y algarabía.
Un grupo reducido de unas 15-20 personas bajaban con una gran pancarta que proclamaba "España contra el terrorismo. Gracias Majestad". También pequeñas pancartas con "Unidos contra el terrorismo".

Lo que pasaba alrededor era increíble. Un número importante de personas se dedicaba afanosamente a insultar a los portadores de la pancarta incluyendo algún intento de zarandeo. Gritos contra el rey. Gritos contra Rajoy. Gritos contra España. Pitidos. 
Los integrantes del grupo bajaban con toda la dignidad del mundo controlando que no hubieran excesos a su alrededor. Los insultadores, olvidándose de la manifestación, los seguían como las rémoras siguen a los tiburones y se desplazaban con ellos. En este caso, insultando y pitando.

Al llegar al cruce de Plaza de Cataluña con Paseo de Gracia donde la concentración de "esteladas" era más grande, la cosa se complicó: Los insultos arreciaron y se entonó el grito en catalán "Vosotros, fascistas, sois los terroristas". Allí ví verdaderas expresiones de odio. Gente que parecía de los más normal gritaban desaforadas y clamaban que aquello era una provocación. Todo se fue complicando. Peligraba la integridad de los componentes del grupo y pudo pasar de todo hasta que aparecieron los mossos. En aquel momento hubieron carreras  que pillaron a algunas personas de sorpresa con el consiguiente peligro ya que en la zona habían diversas vallas.

Lo cierto es que los mossos dominaron rápidamente la situación. Hicieron un gran círculo impidiendo que la gente se acercara al grupo (En medio del círculo quedó un cámara-seguramente de TV3- que debe tener bonitas imágenes).
En vista de que la gente no se disolvía, los mossos hicieron un perfecto pasillo por el que muy dignamente desfilaron los portadores de las pancartas. Fueron custodiados prácticamente hasta Plaza Urquinaona donde, parapetados tras un autobús (peculiar bolardo), recogieron las pancartas.
Todavía quedó tiempo para que gritaran señalando a los mossos "¡Ésta es nuestra policía!" lo que indignó a los  manifestantes que quedaban en la zona.

He querido comentar y exponer solo lo que ví personalmente.
 Sí quiero dejar constancia de mi indignación y rabia primero y tristeza después, cuando ví en  TV la cobarde encerrona hecha al Jefe del Estado y autoridades elegidas democráticamente, que venían a solidarizarse con Barcelona y fueron insultados y vilipendiados impunemente.

Flaco favor ha hecho el independentismo a Barcelona. La única ciudad que no ha sabido estar a la altura en la manifestación de repulsa al terrorismo y solidaridad a las víctimas. 
Me quedo con los muchos ciudadanos que lo intentamos, aunque lamento que este hecho haya quedado ocultado por el conocido  dominio del show del que siempre hace gala el independentismo.
Los ciudadanos de Barcelona sí han sabido dejar patentes en los improvisados altares de Las Ramblas su solidaridad con las víctimas.
Lamentablemente hubo odio en la manifestación